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jueves, 25 de noviembre de 2010

La educacion del transeunte, propuestas en las aulas

La educación del transeúnte, como parte de diversos ejes transversales, implica el aprendizaje de actitudes y comportamientos seguros para la prevención de accidentes, y para el cuidado del bienestar propio y ajeno en la vía pública.
Atender al uso de dispositivos de seguridad como comportamiento habitual y actitud preventiva es el objetivo de esta actividad, y contribuye a la formación de hábitos de seguridad y responsabilidad.

Objetivos

Que los niños logren:
  • Reconocer los dispositivos de seguridad como elementos para el cuidado de la salud, propia y ajena.
  • Comprender que el uso del cinturón de seguridad, y que los niños se ubiquen en la parte trasera del coche, son medidas que se toman para prevenir accidentes.

Núcleos de Aprendizajes Prioritarios

  • Conocimiento de hábitos y conductas relacionados con el cuidado de la seguridad personal y la de los otros.

Descripción

Primera etapa

-Solicite a los padres de los niños que envíen al jardín imágenes de diarios y revistas que muestren situaciones en la que se vean reflejadas conductas correctas e incorrectas en relación con los dispositivos de seguridad de los coches. Por ejemplo: imágenes donde se muestre a todos los ocupantes de un coche con el cinturón de seguridad puesto, otras en la que sólo los ocupantes de adelante lo lleven, niños parados en el asiento trasero, etcétera.
A partir de la lectura de estas imágenes podrá establecer, mediante el diálogo con los niños, cuáles son las situaciones correctas y cuáles las incorrectas.
A partir de ese reconocimiento podrán comenzar a trabajar el uso el cinturón de seguridad y la ubicación de los niños en la parte de atrás del vehículo como dispositivo y comportamiento que ayuda a prevenir daños y a cuidar nuestra salud.
El común de la gente tiene la sensación de que la zona trasera del vehículo es la más protegida y por ende que el uso del cinturón de seguridad no es necesario  en esa zona. En el análisis realizado por CESVI Argentina sobre estudios de impactos en diferentes vehículos e investigación de accidentes, circular sin cinturón en la parte trasera de un vehículo implica el mismo riesgo ante un impacto que hacerlo en las plazas delanteras. 
Es común que los niños, si no tienen puesto el cinturón de seguridad, se ubiquen parados entre medio de los dos asientos delanteros. En la dinámica de un choque frontal los pasajeros traseros serán eyectados con violencia hacia adelante, comportándose como un objeto muy contundente suelto.
Es importante que oriente a los niños para que reflexionen sobre su propio comportamiento y el de su familia. Asimismo, es fundamental que comprendan que el uso de estos elementos es necesario para cuidarse a sí mismos y a los demás.

martes, 16 de noviembre de 2010

PROGRAMA DE INTERVENCIÓN EN MATERIA DE SEGURIDAD VIAL

ejemplo para la realizacion de una memoria pedagogica
MEMORIA PEDAGOGICA DE SEGURIDAD VIAL:
 Diversos espacios socioeducativos.-
1.- DENOMINACION: El tema a tratar es la educacion en Jovenes y adultos.
2.- DURACION: 6 horas de exposicion y lectura, 1 hora de debate ,1 hora de prueba objetiva de los contenidos, tipo test.-
3.-OBJETIVOS:  la incorporacion de la educacion vial en los distintos espacios socioeducativos, tanto formales, informanes y no formales: escuelas, familias, las asosaciones  , amas de casa, empresas de transporte etc.
4.- CONTENIDOS FORMATIVOS DEL MODULO:
La selección de conductores:
            Aptitudes Psicofisicas: capacidad intelectual, capacidad perceptiva y
Atencional, tomade  una decisión y elegir la maniobra más adecuada, capacidad de respuesta del conductor y características personales de cada conductor.
      Inteligencia. capacidad intelectual del individuo
      Aptitudes Psicomotoras. Tiempo de reacción múltiple o discriminativo, Atención y fatiga, Percepción de la velocidad, Coordinación visomotriz bimanual, Capacidad de aprendizaje psicomotor:
Personalidad. evaluar aquellos rasgos de personalidad que incidan en la seguridad vial.-
El funcionamiento actual de la selección de los conductores.-
La educacion en la seguridad vial. Ambitos de intervencion este tema se amplia en la conclusion.

5.- CONTENIDOS RELACIONADOS CON LA SEGUIRDAD VIAL.-
- Seguimiento estricto de la normativa en seguridad vial.
- Actitud de alerta en la conduccion.
- Serenidad ante posibles situaciones de riesgo.
6.- METODOLOGIA.
El programa se desarrollará de morma practica y participativa, donde el papel del formador tiene un valor de exposicion y manejo del grupo, en el que se desarrollan los temas y se discuten en grupo, dando soluciones a los ejemplos y simulaciones planteadas.
Al finalizar el tema el formador realizará una prueba de conocimientos a todos los participantes.

jueves, 11 de noviembre de 2010

LA CONDUCCIÓN BAJO LOS EFECTOS DEL ESTRÉS

En función de necesaria adaptación de los tres mecanismos tradicionalmente implicados en el
sistema de tráfico (persona x vehículo x vía), es lógico pensar que la psicología puede ejercer
un papel relevante en lo referente al factor humano. En el ámbito de la Psicología del Tráfico se han realizado diversos acercamientos. Inicialmente los psicólogos se centraron en el papel de las aptitudes, la investigación en este campo ha tenido un cierto desarrollo y en la actualidad el reconocimiento periódico de los conductores que se realiza en España es producto de esta línea de investigación.
Otras pautas de trabajo posteriores se pueden dividir en tres grandes grupos:
Estudio de variables personales-biográficas: edad, sexo, etc.
Estudio de variables psicológicas de personalidad: extroversión, búsqueda de
sensaciones fuertes, etc.
Estudio de variables ambientales y situacionales: estado de las carreteras, ingesta de
alcohol, fatiga, sueño, estado de ánimo, etc.
Tanto dentro del grupo de variables psicológicas como en el de variables situacionales
el estrés también ha sido estudiado. Sin embargo se trata de un campo que aún no ha recibido
el tratamiento exhaustivo que sería deseable.
El estrés, al igual que la conducción, es una de las características más definitorias de la
civilización actual. La vida cotidiana está invadida por él y lógicamente la conducción, tan ligada
al estado emocional y al estilo de vida de los individuos, no puede ser ajena a este fenómeno.
Modelos de estrés
El término estrés ya se utilizaba en arquitectura e ingeniería mucho antes de ser
utilizado en psicología. Con este término se referían a la fuerza externa que, aplicada a una
estructura física, producía una tensión en dicha estructura.
Es en 1915 cuando Cannon emplea los términos de "estrés emocional" o "estrés de
excitación", y en 1982 cuando Selye lo introduce como denominación de su "síndrome general
de adaptación" popularizándose su utilización desde el punto de vista psicológico.
Así, el estrés puede ser descrito como estímulo y como respuesta. Como estímulo se
trata de una circunstancia externa a la persona que le supone demandas extraordinarias o
inusuales. Como respuesta, podemos distinguir cuatro tipos de reacciones que sirven de
indicadores de estrés:
- Autoinformes de emociones disfóricas como miedos, ansiedad o ira.
- Conductas motoras.
- Cambios fisiológicos.
- Cambios inadecuados del funcionamiento cognitivo.
Analizando el estrés desde este punto de vista adquiere importancia el concepto de
amenaza, la amenaza tiene dos características: tiene carácter anticipatorio y depende de
procesos cognitivos. En la respuesta de estrés podremos distinguir cuatro elementos:
antecedentes, mediadores psicológicos, modos de expresión del enfrentamiento y respuestas
específicas de enfrentamiento.
Las condiciones antecedentes corresponden tanto a la situación (y a las distintas
variables que la conforman), como al sujeto. Ambos determinan la evaluación cognitiva del
estímulo. Si este es evaluado como amenaza potencial el sujeto responderá con la puesta en
marcha de sus habilidades de enfrentamiento que pueden ser de dos tipos: acciones directas y
procesos intrapsíquicos.
Así pues, desde esta concepción la respuesta al estrés sería un síndrome complejo
determinado por la interacción de factores situacionales y personales, puede ser una reacción
emocional cognitiva, una respuesta fisiológica y/o una respuesta comportamental.
Investigaciones sobre estrés y conducción
Los términos ansiedad y estrés aparecen de forma muy ocasional en la literatura sobre
psicología y seguridad vial. Históricamente la investigación se ha centrado en el estrés como
un factor que incrementa el riesgo de sufrir accidentes de tráfico.
Desde trabajos iniciales que contemplaban la aparición del estrés como consecuencia
de los reajustes a los cambios de vida experimentados, se iniciaron algunas investigaciones
dirigidas a dilucidar si estos cambios vitales mostraban alguna relación con los accidentes de
tráfico.
Así pudo observarse como aquellos conductores que experimentaban más cambios
vitales y más problemas económicos se veían envueltos con más frecuencia en accidentes de
tráfico. Los estudios también apuntan a que la influencia de estos eventos vitales sobre los
accidentes de tráfico sólo aparecía cuando se trataba de eventos no deseados.
Factores como la tendencia a emocionarse y los problemas conyugales aparecían de
forma significativa entre aquellos conductores que habían causado un accidente de tráfico
frente a los que no.
Esta línea de trabajo, interesada por los eventos vitales, en la actualidad ha
desaparecido prácticamente, dando paso primeramente a la consideración de las variables
relativas a la personalidad y diferencias individuales de los sujetos, y posteriormente a la
evaluación cognitiva del sujeto de la situación específica de conducción.
Efectos del estrés sobre la conducción
La conducción, como una actividad más de la vida cotidiana, no es ajena a las alteraciones
provocadas por el estrés o la ansiedad, y ya sean provocadas por el entorno del tráfico, o por
circunstancias ajenas al tráfico, pueden provocar una alteración de las condiciones físicas o
conducir.
Desde el modelo de estrés como respuesta general inespecífica ya podemos
comprender que cuando algún individuo se ve sometido a algún factor desencadenante de
estrés, el organismo reacciona para defenderse de la situación pasándose por las tres etapas
del denominado "Síndrome General de Adaptación"
Influencia de la conducción en el estrés
Otra línea de investigación que se ha mostrado productiva es la que contempla a la conducción como una actividad generadora de estrés. Desde esta línea la profundización en la compresión del "estrés de la conducción" es mayor al tener presente el efecto situacional del mismo.
Hay una gran diversidad de situaciones que pueden provocar ansiedad:
- Ritmo de vida acelerado.
- Marcarse metas excesivamente elevadas.
- Sobrecarga de trabajo, sobre todo si es de precisión.
- Problemas de inseguridad o frustración profesional.
- Desequilibrio entre las demandas del entorno y la capacidad del sujeto para
satisfacerlas.
- Excesiva estimulación ambiental.
- Cambios reiterados a nivel profesional o personal a que nos obliga el estilo de vida
actual.
- Ambiente excesivamente competitivo.
- Ruido, contaminación y densidad del tráfico en las grandes ciudades.
Efectivamente, las grandes ciudades comportan todo un conjunto de sistemas de
exigencias múltiples, unas totalmente externas y ajenas al hombre y otras propias: niveles de
ruido ambiental, contaminación atmosférica, aglomeraciones (incluso situaciones de
hacinamiento), ritmo vertiginoso, actividad febril y agitación, anonimato, despersonalización y
sobreabundancia de estímulos sensoriales. Todas estas circunstancias representan un
continuo estresor que puede rebasar los márgenes de tolerancia permisibles, provocando una
situación incompatible con una adaptación normal al entorno. El resultado de esta
sobresaturación del medio urbano suele ser ambiguo, por un lado se desarrolla una
considerable capacidad de respuesta a las más diversas situaciones que la vida actual plantea,pero al mismo tiempo, si se ha exigido una renovación de los esquemas conductuales
demasiado rápida se puede generar un estado de ansiedad.
Estos impactos que impone el hábitat urbano al ciudadano en general, sin duda se ven
agravados en los automovilistas, sobre todo en aquellos que desarrollan su conducción como
actividad profesional y por tanto se ven necesitados de mantener un tono constante de
actividad, una gran capacidad de adaptación al medio urbano y una gran dosis de resistencia a
la frustración.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

MODELO COGNITIVO-COMPORTAMENTAL DE LA CONDUCCION DE ALTO RIESGO

Es un hecho incuestionable que los individuos difieren ampliamente entre sí. Tanto biológica como psicológicamente. Estas diferencias individuales, producidas por variables y factores endógenos y exógenos, constituyen determinantes básicos de la conducta.
Uno de los resultados de aparición más consistente a través de diversas investigaciones en distintos países, es aquel que describe al conductor peligroso como a una persona que manifiesta tendencias antisociales y violentas, desajustado e incontrolado en sus comportamientos, con un escaso nivel de eficacia y de control personal, y que, en consecuencia, es incapaz de reaccionar adecuadamente frente al estrés emocional intenso.
Estas personas buscan encontrar formas alternativas, pero inadecuadas, de responder a sus sentimientos hostiles subyacentes, recurriendo al alcohol o al automóvil, con la expectativa de reducir su ansiedad, intentando incrementar así su sentimiento de eficacia y su superioridad frente a los demás. Todo ello les lleva a aumentar su nivel habitual de agresividad.
Donovan, Marlatt y Salzberg (1983) integran todas estas características en su modelo cognitivo-comportamental de la conducción de alto riesgo:
En un estudio sociológico realizado con una importante muestra de conductores españoles (1.300), a través de técnicas de análisis de cluster se ha podido obtener una tipología que clasificaba a los conductores españoles en cinco grandes grupos: Grupo I: "Prácticos y tranquilos": Se integraban en este grupo el 17,5% de los conductores encuestados. Se caracterizaban por el hecho de no estar particularmente obsesionados por la seguridad ni por la responsabilidad de conducir. Estos conductores declaran mantenerse tranquilos en la conducción, aún en situaciones de dificultad de tráfico. Grupo II: "Despreocupados": Constituían el 12,3% de los conductores. Este grupo es el que menos se preocupa por la seguridad. Expresan menos interés que el resto de los conductores por los problemas de mantenimiento, las revisiones, o los elementos de seguridad del coche. Estos conductores reconocen sentirse algo nerviosos cuando conducen y no consideran a la conducción como una actividad especialmente divertida. Grupo III: "Concienciados": El 26,9% de los automovilistas españoles se clasifican en este grupo. Estos conductores tienen las cosas bastante claras. Son muy conscientes de todos los aspectos que intervienen en la seguridad. Sí presentan algún defecto este es su envidiable autoestima, confían mucho en sí mismos. Consideran que conducir es una verdadera responsabilidad pero disfrutan de la conducción. Grupo IV: "Anticonducción": Aproximadamente el 17,4% de los automovilistas comparten esta tipología. Prefieren usar el transporte público siempre que pueden. Les desagrada tener que conducir, consideran que es una actividad pesada y aburrida. Grupo V: "Autoafirmativos": Este es un grupo numeroso, en él se encuadran el 25,9% del total de los conductores españoles. Es el grupo más preocupante desde el punto de vista de la seguridad vial. Estos conductores tienen unas actitudes claramente diferenciadas del resto y suponen el grupo de conductores más accidentados. Su característica esencial es la utilización del vehículo como medio de autoafirmación personal, es decir, consideran al coche como un medio para reforzar la propia personalidad: con el coche pueden ser mejor valorados por su entorno. Ellos mismos se sienten "transformados y más dueños de sí mismos" cuando están al volante. Estos sujetos son más impulsivos, tienden a sufrir más problemas de estrés, son más irritables, tienen menos paciencia con los problemas cotidianos del tráfico y manifiestan una forma de conducta más agresiva que el resto de los conductores. No es casualidad que los conductores de este grupo también se reconociesen como los "menos cumplidores" de las normas de tráfico.